¿Quién dijo que el pan integral es más sano que el blanco? ¿Quién dijo que es saludable? ¿Acaso no tiene harina? Vamos a hablar fuerte y claro, digamos verdades que nadie se atreve a mencionar.
Según Vitónica:
El pan como tal se elabora exclusivamente con harina, agua, sal y levadura. Una de las diferencias entre los muchos tipos de pan que existen es el tipo de cereal utilizado para elaborar la harina: el trigo es el más común, pero también pueden utilizarse otros como la avena y la cebada.
Es inaudito que aparezcan «barbaridades» hablando por ahí diciendo desde su «chivoloquismo» que no engorda. ¿Cómo así? ¡Ay! En esta sección de salud vamos a herir sentimientos, pero antes que salgas corriendo te contaremos bulos del pan.
Mito del pan integral
Desmontando un tremendo bulo
Según Web Consultas:
La diferencia principal entre el pan integral y el refinado es la cantidad de fibra que contiene cada una de estas variedades, ya que aportan las mismas calorías. El superior contenido en fibra del pan integral y su bajo índice glucémico ayudan a que se consiga sensación de saciedad comiendo menos pan, y a que se retrase la aparición de la sensación de hambre, lo que implica un menor aporte calórico.
Sin embargo, según Vitónica:
El pan integral suele exigir mayor masticación porque contiene más fibra, por lo que brinda más saciedad y en este sentido, sí puede colaborar a perder peso. Sin embargo, las calorías son semejantes a las del pan blanco, pero su aporte de grasas es levemente superior.
El pan blanco tiene menos grasas, por lo que también puede incluirse en una dieta para adelgazar. Eso sí, debemos hacer un mayor esfuerzo por controlar su ingesta, ya que este exquisito alimento no aporta grandes cantidades de fibra y a menudo, comemos en demasía.
Seguro te dolió leer esto, pero no es que vas a atestarte de pan ahora porque tu dieta lo requiera, lo mejor es ir a un nutricionista.